Te robé un beso by Angy Skay

Te robé un beso by Angy Skay

autor:Angy Skay
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
publicado: 2015-03-31T22:00:00+00:00


Capítulo 19

Después de todas las navidades y todas las fiestas habidas y por haber en estas fechas, volvemos a la rutina. Las tres semanas las hemos pasado mi madre y Patri en la casa de mi tía Aurora. Lo he intentado llevar de la mejor manera posible y creo que gracias a ellas, he podido olvidar un poco el tema César. Él por su parte no ha hecho ninguna llamada ni nada parecido. Se ha tomado al pie de la letra lo que le pedí la última vez que nos vimos y, en parte, es algo que me alegra, solo en parte. He de seguir mi vida y así lo haré.

—¿Estás lista? —pregunta mi amiga a voces.

—¡Sí! Ya salgo.

Comenzamos con el trabajo, se acabó lo bueno. Termino de una vez de adecentarme y salgo de mi dormitorio.

— ¡Vámonos!

—Espera, se me olvida la chaqueta.

—Luego dices que yo soy la tardona —gruño cruzándome de brazos.

—¡Un segundo!

La escucho trajinar en el cuarto durante cinco minutos. No sale. Avanzo por el pasillo y me asomo. Está metida completamente en el armario.

—¿Se puede saber qué narices haces?

—Buscar mi chaqueta de vestir —refunfuña.

—¿No puedes ponerte una cualquiera?

—¡NO! —me grita.

Gesto que me extraña. Nunca se pone tan delicada. Ahora que me fijo, va más arreglada de lo normal.

—¡Oye! ¿Hay algo que tú no me has contado? —me acerco a su altura.

No contesta.

—Patricia…

Nada. Toco su hombro y no me hace ni caso.

—¿Por qué vas tan arreglada? ¿Y por qué no te conformas con cualquier chaqueta como siempre? —pregunto curiosa.

Me pongo en cuclillas para mirarla a la cara y esta, intenta evitar mi mirada.

—Tú has quedado con alguien…—murmuro.

Se hace la sueca.

—¡PATRICIA!

—¡Valeeeee! ¡Está bien! ¡Sí he quedado con alguien!

Me quedo ojiplática mirándola.

—¿Con quién? ¡Vamos cuéntamelo!

Un torbellino de hombres pasa por mi mente y se para en uno.

—¿No habrás quedado con el gusarapo de tu ex?

—¡No! ¿Estás tonta? —parece ofendida.

—¿Entonces? ¡Habla ya! —me desespera.

—Bueno, es que, mientras estábamos en casa de tu tía, me permití el lujo de meterme en una de esas páginas de buscar pareja…—explica avergonzada.

Arqueo una ceja. Vaya, esto es toda una novedad.

—Tú no necesitas eso.

Y es verdad, mi amiga es lo suficientemente guapa como para necesitar una página de ligoteo.

—Ya lo sé, pero no sé, me picó la curiosidad —Pone cara de «yo no he roto un plato en mi vida».

—Bueno, y ya puestos ¿quién es el afortunado?

—Pues no lo sé, esta tarde le veré. Hemos quedado para un café.

—¿Cómo te puedes fiar de esas cosas? ¿Y si es un asesino? —dramatizo.

Pero en cierto modo me preocupo por ella.

—¡No es un asesino!

—No lo sabes Patricia Jiménez —cuestiono con un tono de cansancio.

—Lo único que sé de él, es que casualmente tiene casi todos mis gustos y que es ruso.

—¡Vaya! Veremos a ver…

—Tranquilaaaaa —exclama cuando por fin encuentra la chaqueta.

Asiento pero no muy convencida.

—¿Quieres que te acompañe?

—¿Estás loca?

—¿Qué? Puedo ponerme en otra mesa en plan C.S.I. me llevaré las gafas y la gorra.

Se levanta de manera intimidatoria y me mira mal.

—Sara Martínez, como se te ocurra —Me señala



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.